A pesar de la oposición de miles de manifestantes en las calles, la ley “Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos”—el verdadero nombre del proyecto conocido como Ley Bases— fue aprobada en general con el voto de la vicepresidenta de Milei, Victoria Villarruel, tras un empate.
En una maratónica jornada de casi 12 horas, la noche de este miércoles el Senado de Argentina aprobó—en general—la llamada Ley Bases, el ambicioso proyecto legislativo del gobierno de Javier Milei, que establece el marco legal para la transformación del modelo económico y social del país trasandino bajo el mandato del líder del partido La Libertad Avanza (LLA).
Tras un debate ininterrumpido y mientras en la calle miles de manifestantes se pronunciaban en contra, la ley “Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos“, también conocida como ‘ley ómnibus’, recibió 36 sufragios en contra y 37 a favor, incluido el “voto de calidad” de la presidenta de la Cámara Alta y vicepresidenta del gobierno de Milei, Victoria Villarruel, quien deshizo el empate en una segunda votación.
La iniciativa, presentada por el Ejecutivo como una pieza fundamental para “modernizar y dinamizar” el país sobre la base del liberalismo económico y reducir del rol del Estado en la economía, ya pasó el tramite de la Cámara de Diputados. Si durante su tramitación en particular en el Senado, la iniciativa es modificada, volverá a la Cámara Baja, para su discusión y sanción definitiva.
“En Senado el panorama fue siempre más complejo que en Diputados porque partís de 33 votos en contra”. Según consignó Página 12, esta era la evaluación en la Casa Rosada sobre la votación de la Ley Bases, señalando a los senadores peronistas. Sin embargo, precisamente dos senadores peronistas, Eduardo Kueider de Entre Ríos y Carlos “Camau” Espínola de Corrientes, aseguraron los 37 votos necesarios para aprobar la norma. Ambos pertenecen al bloque díscolo Unidad Federal.
Casi medio año de tramitación parlamentaria
La Ley Bases lleva casi medio año en trámite parlamentario. En minoría, el oficialismo tuvo que eliminar varios aspectos del proyecto original. Después de múltiples revisiones, la iniciativa fue aprobada en la Cámara de Diputados a finales de abril con 142 votos a favor, 106 en contra y 5 abstenciones.
Para lograr su debate en el pleno del Senado, el oficialismo accedió a más modificaciones. Ahora, una vez que la Cámara Alta debata el proyecto en lo particular, el proyecto deberá regresar a Diputados para su discusión final.
La iniciativa declara la emergencia pública en materia administrativa, económica, financiera y energética por un año, otorgando al Ejecutivo amplias facultades en estos ámbitos.
La iniciativa permite la reforma del Estado, la privatización de varias empresas, cambios en la legislación laboral y de jubilación, y ofrece incentivos para el sector de energía e hidrocarburos y grandes inversiones.
Junto con este proyecto, el Senado también debate un paquete fiscal que incluye un blanqueo de capitales y una moratoria impositiva y aduanera.
Manifestaciones
El Ministerio de Seguridad —comandado por Patricia Bullrich—desplegó a unos 1.200 agentes de cuatro corporaciones policiales que emplearon gases lacrimógenos, carros lanzaaguas y balas de goma para dispersar a los miles de manifestantes que desde primera hora de la mañana se habían dado cita en la Plaza del Congreso convocados por organizaciones sociales, políticas y sindicales en repudio al proyecto de reformas económicas.
Mientras los senadores mantenían un tenso debate político, afuera en la calle se producían incidentes violentos cuando grupos de encapuchados separados del grueso de la manifestación lanzaron a la policía piedras, botellas de vidrio y bombas molotov, además de romper el vallado de seguridad en torno al Congreso.
Según informaron fuentes policiales a EFE, al menos 23 personas fueron detenidas, cinco de las cuales fueron puestas a disposición judicial.
El mayor momento de tensión se vivió cerca de las 16:30 hora local (19:30 GMT), cuando unos encapuchados dieron vuelta a un automóvil de la emisora radiofónica Cadena 3 y le prendieron fuego, una situación que se volvió a repetir con otro vehículo situado en las inmediaciones del Palacio Legislativo.
Quienes a esa hora marchaban de manera pacífica se alejaron de la zona y dejaron un espacio entre las fuerzas de seguridad y el grupo de manifestantes violentos, que utilizaron parte del mobiliario urbano y coches estacionados en las veredas como escudos.
Representantes de los movimientos sociales y sindicales declararon a los periodistas que ellos no buscaban confrontar con la Policía y consideraron “excesivo” y “provocativo” el gran despliegue de seguridad de Bullrich.
Varias personas resultaron afectadas por la inhalación de gases lacrimógenos, entre ellas cinco diputados de Unión Por la Patria (peronista), que debieron ser atendidos en un hospital.
Un retén policial permanecía bien entrada la noche en los alrededores del Congreso -que seguía sesionando- para reforzar la seguridad e impedir el acceso de manifestantes a la zona, donde a esa hora todavía había focos aislados de disturbios.
Milei habla de “Golpe de Estado”
Javier Milei -a través de redes sociales y durante una disertación en un foro liberal- felicitó a la Policía y a la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, al tiempo que acusó a los manifestantes de “terroristas” y de querer llevar a cabo un “golpe de Estado”.
“Estamos ante una bifurcación: o persistimos en el camino de la decadencia o nos animamos a recorrer el camino de la libertad. Hasta se está dando en la calle esta batalla”, declaró el mandatario, quien aseguró que su Gobierno “está poniendo la calle en orden”, como prometió en la campaña electoral.