El presidente, Javier Milei, emitió el decreto 662/2024 que elimina la cuota de pantalla para el cine argentino, una medida que garantizaba la exhibición de películas nacionales en salas comerciales. Este decreto, firmado por Milei junto con la canciller Diana Mondino y la ministra de Capital Humano Sandra Pettovello, también deroga la media de continuidad, que permitía a las películas nacionales seguir en cartelera si alcanzaban una cantidad mínima de espectadores. Esta decisión, publicada en el Boletín Oficial, ha generado controversia en el sector cinematográfico.
El decreto establece que el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA) será la autoridad responsable de determinar la cantidad de películas argentinas que deben exhibirse en cada sala. Sin embargo, esta medida contradice otros puntos del mismo decreto que buscan dotar de eficiencia al INCAA, lo que ha generado incertidumbre sobre si el Estado intervendrá o si el mercado se autoregulará. La inconsistencia en la normativa plantea dudas sobre la coherencia de la política cinematográfica del gobierno actual.