«Es muy duro estar en ese círculo donde se retroalimenta el dolor», comentó el actor.Revista Velvet reveló algunos pasajes del libro de Benjamín Vicuña, donde el actor habla de su divorcio con Carolina «Pampita» Ardohaín tras la muerte de su hija Blanca.
«Cuando murió Blanca, ante mí se abrió una puerta que por apenas treinta segundos me permitió ver y entender todo. Pude ver desde la fragilidad lo pequeño que era este mundo, lo insignificante que era todo”,aseguró.
Tras ello, relató que con su entonces esposa «durante los primeros meses, Carolina se despertaba todas las noches preguntando desesperada: ‘¿Dónde está Blanquita?’. Se levantaba de la cama, caminaba por el pasillo e iba a su cuarto. La buscaba como una leona desesperada».
«Yo solo podía abrazarla, contenerla y responder: ‘Nuestra niña está bien, está en un lugar mejor’. Como una frase que se repite, como un texto aprendido de una escena mala», agregó.
Y el proceso que vivieron fue ampliamente comentado por la prensa de espectáculo. Al respecto, aseguró que fue complejo continuar tras lo ocurrido.
«En eso no fuimos nada originales. En algún lado leí que, después de la muerte de un hijo, el 75% de las parejas se separan. Es muy duro estar en ese círculo donde se retroalimenta el dolor. Tienes que brindarle consuelo a tu pareja y es imposible porque estás destruido, y a tu pareja le sucede lo mismo», escribió.
Y si bien, insistió en que no busca «justificarlo», dijo entender que «la tragedia nos separó (…) Hoy lo que nos une es Blanca y nuestros otros hijos», cerró.