El Matador desde que se retiró del fútbol no quedó ajeno a ello, ya que es el presidente de Deportes Temuco, pero no es el único negocio que tiene en su poder.
No hay dudas de que Marcelo Salas es uno de los mejores jugadores chilenos de toda la historia, ya que no solo cautivó a todos con sus goles en Universidad de Chile, River, Lazio, Juventus, sino que también lo hizo con la Selección Chilena en un Mundial y con el Real Madrid. Sin embargo, una vez fuera del profesionalismo, no dejó trabajar ni un segundo y se transformó en un exitoso empresario con millonarios negocios.
En enero de 2008, meses antes de que el Matador colgara los botines, decidió fundar a Unión Temuco, un club de fútbol de dicha ciudad, en la región de la Araucanía, donde ese mismo año debutó en Tercera División, cuarta categoría de Chile. Tras coronarse campeón, consiguió el ascenso a Primera B, pero aspiraba a llegar a la máxima categoría. Sin embargo, Marcelo Salas tuvo otro proyecto en mente que seguía de la mano con el fútbol que no cayó muy bien en los aficionados, la fusión con el archirrival.
En 2013, cinco años después de su fundación, el otrora delantero de La U buscaba tener una plantilla competitiva, mientras que Deportes Temuco tenía problemas financieros, por lo que los presidentes de ambos clubes llegaron a un acuerdo para unificarse. De esta manera, El Pije podía ofrecer tradición, apego popular y un legado, mientras que Unión Temuco puso su granito de arena con estabilidad económica y administrativa.
Más allá de su vinculación con el fútbol que nunca se fue, Marcelo Salas tiene otros emprendimientos por fuera del mismo. Tiene una productora de eventos, administra dos escenarios deportivos y es el dueño de una empresa agrícola que es la encargada de exportar arándanos a Estados Unidos, Europa y Asia, en el que producen entre 500 mil y 600 mil kilos de la fruta.