El maratonista chileno Hugo Catrileo representará a los mapuches en los Juegos Olímpicos de París.
“Es un orgullo llevarlo a través del deporte por el mundo”, dijo Catrileo en su entrevista con EFE desde Temuco, en el sur de Chile, donde entrena.
Entre la capital de la Araucania y su natal Puerto Saavedra hay una distancia de poco más de dos maratones completos, allí está el mar, su vida, según dijo.
“Me crié al lado del lago Budi, el único lago salado de Sudamérica”, explicó.
Pero no corre en la arena “porque los tobillos y las articulaciones sufren mucho, por ser muy blanda, y el talón se hunde demasiado”, comentó.
Un mapuche resiliente
Ese origen cerca del agua lo hace pertenecer a los mapuches lafkenche y lo diferencia de los que son de cordillera, denominados pehuenche, pero el maratonista se siente parte de todos.
Él no había nacido cuando el terremoto de 1960 asoló el sur de Chile, pero siempre ha tenido presente que su pueblo sufrió mucho y tuvo que trabajar duro para salir adelante.
Esa herencia, precisó, le “ha ayudado mucho a poder tener más resiliencia, forjar un carácter que es una bendición”, expresó.
A ese sentido de lo lógico se aferró para pelear su clasificación a los Juegos Olímpicos, que le correspondía por el criterio de ránking, pero que World Athletics estuvo a punto de arrebatarle al incluir primero a los atletas clasificados según la cuota de universalidad.
“Luchar con personas o instituciones grandes no es que no tenga sentido, pero es muy difícil, tienen mucho poder”, argumenta Catrileo que hizo su reclamo público, al que se unieron otros atletas, tras recurrir al reglamento que se había estudiado muy bien. “Es lo justo, ni más ni menos”.
Catrileo dio esta batalla especialmente por su entrenador. “Estaba más frustrado porque no se respetaban las reglas, pero me sentí muy mal por él. Mi objetivo era llevarlo a los Juegos Olímpicos, es su sueño”.
“Mi motivación es el progreso a largo plazo”
Había elegido clasificar por la ruta del ránking porque “me gusta tener el control”.
En lugar de buscar la marca mínima de 2h08:10 buscó sumar puntos en distintas carreras, entre ellas la medalla plata obtenida en los Juegos Panamericanos de Santiago 2023.
“No arriesgo una lesión para hacer una marca de una sola vez y luego no volver a hacerla nunca más. Mi motivación es el progreso a largo plazo y no el premio inmediato”, explica. No obstante, en Houston estuvo cerca con 2h08:44.
“Soy relativamente joven para el maratón, tengo 27 años y deberían quedarme al menos 10 de carrera, no tengo que quemar todo”, agregó.
A la búsqueda de la excelencia le da contexto
“Cuando llegas a las posiciones altas a nivel mundial, que es donde yo quiero estar, te das cuenta de que cuando corres sobre las 2h:10, esos diez segundos por debajo te significan, aparte de 100 metros, una medalla, una beca. Te significa mucho, entonces esa brecha ya la empiezas a cortar en segundos, cosas mínimas”.
Catrileo tiene presente que el maratonista chileno Manuel Plaza ganó una medalla de plata en Ámsterdam 1928, pero solo lo menciona de paso, quizá porque dice que “las palabras quedan”, cuando trata de explicar por qué no habla del tiempo que quiere marcar en París 2024.
“Mi misión ahora es poder llegar en un mejor estado que en Houston, actualmente si me preguntas me siento mejor, más fuerte y liviano. Si me siento al nivel de 2h:06 sé que con eso puedo correr con los punteros de la carrera”, expuso.
“La leyenda viviente del maratón, el keniano Eliud Kipchoge, corrió en 2 horas y un minuto antes de ir a Tokio 2020 y allí lo hizo en 2h08:38 y ganó el oro, las últimas dos versiones las ha ganado él”, manifestó.
Ningún pensamiento “tan profundo” estará en la mente del chileno el próximo 10 de agosto cuando recorra el circuito en París. Por su cabeza pasan solo apuntes técnicos: “me repito que el ritmo no va rápido, que voy bien. Veo mis rodillas, el final de la calle, estoy realmente en el presente”.